domingo, 6 de mayo de 2012

Los Pendeviejos. Caso dos, el señor que fuma en televisión.

El caso dos de los pendeviejos es un caso tal vez un poco mas complicado de comprender. Tal vez sea más difícil de comprender porque este señor, convertido en personaje por su propia decisión no mantuvo, como en el caso uno de pendeviejos su esencia. O sí y recién nos damos cuenta cual era su verdadero yo. Hizo su aparición en las grandes ligas por el año 1986 con un gran proyecto llamado Pagina 12. Sí bien este muchacho ya venía trabajando en los medios desde hacía rato, de hecho ya había trabajado en Clarín, Diario Popular, Radio Belgrano, El Periodista y El Porteño, ahora se ponía al frente de un nuevo diario. En un país donde durante siglos gobernaron dos grandes diarios que se fueron encargando de hacer cada vez mas pequeños a sus competidores, un nuevo diario, con voces renovadas con la democracia insipiente de aquellos años, era más bien una noticia importante, tan importante como para que un muchacho de menos de 30 fuera el fundador de esa nueva proesa. Si el caso anterior del pendeviejo era reaccionario y progresista, este era el colmo del progreso. Y muchos que, como yo asomábamos al mismo tiempo a los veinte años y a la democracia nos sorprendimos con las maravillosas tapas que nos brindaba el nuevo matutino. Como todo nuevo idolo de fines de los 80 comienzos de los 90 este personaje renegaba serlo, mostraba una imagen más vale melancólica, siempre con su cigarrillo y con sus oscuras historias de la persecución intelectual por el sufrida en los 70/80. Hay que reconocerlo es un buen relator de historias. Durante años me lo fume, a pesar de mi asma, con sus relatos y sus acotaciones, fue el más duro critico del menemato, lo que no le impidió de ninguna manera gozar de las bondades del “salvaje neoliberlismo” que según el lo hacía padecer de las mismas persecuciones de las que había sido victima durante la dictadura. A pesar de eso fue construyendo su propio y pequeño imperio. Claro, que, siempre renegando de ello. A pesar de que dio más de una muestra que todo lo suyo era más una pose para los medios que una posición en la vida una, que siempre fue una boluda, lo siguió en sus distintos avatares. Claro no era difícil caer en su bonita trampa, las banderas que el levantaba eran las mismas que levantaba yo, por ende no había a la vista muchos motivos para desconfiar, a la vista, si uno empezaba a mirar lo que había por debajo de la vista, no era gran cosa, pero era lo que había. Pasaron unos años y empezaron los rumores de que Pagina 12 se fundía y obviamente nuestro héroe del cigarrillo agarró sus petates y emprendió su nuevo viaje. En televisión le iba bien, tenía su productora y hasta tenía su propio servidor al que amablemente te invitaba a chatear en su chat, en el que nunca apareció, DATA54. Conectarlo no era muy sencillo, pero valía la pena aquel NITIZEN (así se llamaba el servidor) te daba la posibilidad de encontrarte con gente distinta a la que tal vez encontrabas en Ciudad o Arnet. Gente también subida a un mensaje progre, antimenemista y algún que otro viejo militante de los 70 que veía en este tipo de periodismo algo parecido a lo que les hubiera gustado hacer a ellos sino hubiera sido que la dictadura les abollo las cabezas a palos. Pero al tiempo, el negocio de la Internet no le pareció tan negocio y lo abandonó. Después de eso digamos que le perdí un poco el rastro, seguí leyendo página, descubrí a muchos otros periodistas tan buenos y bastante más solventes en sus opiniones que el, que ya para muchos había pasado al olvido. Recuerdo que a mi viejo le caía bien, eso mientras hablaba mierda del riojano presidente que tuvimos, ya no le cayo tan bien cuando decía las mismas cosas del siguiente presidente que nos toco por mandato popular, con el que mi viejo compartía partido político. Recuerdo que una noche llegué y mi viejo me dijo, al final este tipo está en contra de todo. Para esa época yo trataba de mantener el laburo en medio de una crisis que recién comenzaba y que ya sabemos como terminó, y la verdad es que no le preste mucha atención ni a mi viejo ni al señor que fumaba en la televisión. Supe después que el muchacho había dejado en el camino un tendal de cuentas sin pagar de las que se tuvo que hacer cargo mediante una quiebra o algo parecido. Me sorprendió verlo veranear en Punta del Este, pero no por el lugar, todo progre tiene derecho a ir al Este, sino porque se dejaba fotografiar con las blondas divas de la televisión argentina. Sentí entonces que las banderas que enarbolaba ya no eran las mismas, porque era obvio que no les tendía una trampa para hacerlas caer en sus ideas, sino que pensaba tan neoliberlamente como ellas. Allá por el 2005 un día Santiago me comento que ese domingo saldría un nuevo diario cuyo director sería el ahora muy gordo señor de los cigarrillos. Cuando ví cual era el nombre del “nuevo diario” y quien era su dueño dude, pero Santi y su entusiasmo por la comunicación y los medios me hizo tenerle algo de fe al proyecto. La verdad es que habré tardado dos meses en cansarme de leer el nuevo diario, que de nuevo tenía nada más que los colores, ya que en el fondo era lo mismo que lo que estábamos acostumbrados a leer. Por aquella época Clarín aún no había roto amistad con el gobierno de Kirchner  y debo admitir que la primer foto de Magnetto enfermo que ví la ví en ese diario. También recuerdo su denuncia contra Jaime, y los Cirigliano y las continuas y recurrentes notas quejosas por la falta de pauta oficial para su diario que en realidad no es un diario, sino un semanario, ya que sale solo los domingos. Más las denuncias por la falta de papel para todos los diarios y las continuas envestidas contra el gran diario argentino, por su complicidad con el poder. Me canse de dicho diario un domingo que por enésima vez  sacaba a dos páginas las aventuras de la hija adolescente del Presidente,que estaba definitivamente cambiando el rumbo de nuestra historia y que aparentemente iba en contra de sus intereses, por eso se la tomaba con la niña. Al tiempo nos sorprendió, o no, el alejamiento del diario del señor fumador. Y su anuncio de que fundaría un nuevo diario. El nuevo diario llegó de la mano de capitales de un extraño origen, pero el se defendió diciendo que era lo que había. De la presentación del diario que salió por primera vez un domingo me acuerdo que hizo una especie de novelita en la que filmó todos los pasos que había seguido para abrir su nuevo emprendimiento. Ese sábado a la noche, el anterior al evento, lo mostró al aire por la pantalla de América 2. De todo lo que mostró me quedo dando vuelta el comentario, bastante desagradable que le hizo a una periodista que había utilizado en su nota unos puntos suspensivos. El diario duro no mucho, como todo lo suyo. Empezó a tener problemas financieros y como buen comerciante de los 90, se alejo y dejo a todos los trabajadores del diario, a quien el había convocado, prácticamente en la calle. Eso sí cuando se le pregunta por ese tema, dice, que él ya se había ido del diario cuando todos quedaron en la calle. Jamás se lo vió apoyando a sus antiguos empelados en la lucha que durante meses mantuvieron en la puerta del diario reclamando por sus derechos. Sí se lo vió en el teatro de revista, rodeado de las plumas, brillos y las luces del escenario, donde disfrazado de él mismo hacía un monologo “político”. Una berretada más en su lista de fracasos, bah. Lo que tiene de bueno este personaje es que hace uso y abuso de la ironía y que siempre tiene detrás un coro de reidores que le avisan a su inmóvil público cuando hizo un chiste para que se rían. Luego vino su programa de canal 26, donde nos mostró a todos un mapa con todos los medios que dependen del grupo Clarín y como ellos hacen uso de nuestro tiempo libre y nuestro dinero. Llevó a Estela y repitió con ella a casi a dúo que los hijos de la señora de Noble son hijos de desaparecidos. Tiro mierda a sus competidores periodísticos que siempre estuvieron a la derecha de todo por la negación, la resistencia y la oposición a la nueva ley de medios que estos ofrecían. Lo raro era que las banderas que el sostenía en los 90 ahora las levantaba el mismísimo Presidente de la Nación y esto pareció incomodarlo un poco.  De a poco se empezó a separar de las ideas de la Memoria, Verdad y Justicia que tanto sostuvo en los 90, poco a poco empezó a sentir rechazo por lo popular (pensándolo bien tal vez siempre lo tuvo) su mensaje vario en la profundidad, lo que no está mal, el cambio es siempre posible,  y como dije antes es posible llegar a odiar lo que amamos antes o al revés. De repente paso a ser invitado estrella de las divas de la TV. Atrás quedo su denuncia por el papel prensa, por los medios que aglomeran todas las opciones de comunicación. Un día, dijo que el más débil era el que se había hecho de una fábrica de papel matando personas sin ponerse colorado de  vergüenza.   Lo que no cambió para nada es su forma de conducirse ante las cámaras, siente que esa mirada desafiante de joven con ideas le sigue funcionando como se fotografiaba en blanco y negro para la contratapa de sus libros. Cree que ser trasgresor es putear y fumar  en la televisión un domingo a las 10 de la noche, cuando ambas cosas ya están una pasada de moda y la otra directamente prohibida. Se jacta diciendo que no va a dejar de fumar frente a cámara  hasta que los gobernantes no dejen de robar, aunque  jamás se hizo cargo de sus deudas del pasado. No entendió que para él el tiempo también paso. Que su look de joven rebelde que viste de saco y jean ya no vende tanto, que las cámaras ocultas no son de lo mejor que se le puede ofrecer a un público que también creció, que supo encontrar su rumbo, y al que lo tienen sin mucho cuidado su amenaza de dar nombres de blogueros, tuiteros o facebookeros pagos por el gobierno k. Primero porque esa historia ya lo conocemos, segundo porque sabe que aunque sea real su lista nadie se va a hacer cargo y el no va a poder hacer nada, pero además porque sabe que la nueva/vieja basura que vende ahora la compran los que mañana posiblemente lo dejen en el olvido, peor no porque tal vez no tenga razón sino porque tan rápido como descubran lo mucho que su apellido rima con rata lo pasarán a la lista de no mirables y seguirán eligiendo a don Mariano que es una basura parecida pero que es la misma basura de siempre. Hoy seguramente muchos blogueros k lo miraran y le darán raiting y mañana se ufanara diciendo que logro su cometido, de lo que seguramente no podrá ufanarse nunca es del triste papel que está haciendo queriendo seguir siendo el joven emprendedor que nunca fue. Triste Jorgito, triste lo tuyo que empezaste siendo un buen periodista y terminaste siendo el clon del Sargento García. 

1 comentario:

  1. El Sargento García no puede resistir ningún archivo.....los cumpas tendríamos ya en esta época de dejar de hablar de el....no es serio.....

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