Año nuevo

Empezamos un año nuevo y como todos los años nuevos renovamos esperanzas, ilusiones, hacemos planes, proyectamos los días que vendrán y prometemos todas esas cosas que a la larga nunca cumplimos.
Este año es un año de elecciones y ya van a empezar (de hecho ya han empezado) a circular esos insoportables mails, reciclados en su mayoría en contra de uno y otro candidato, con resultados de encuestas que jamás existen, con información que nos alerta de corridas cambiarias, negociados imposibles de comprobar, y sobre todo increíbles.

Taxistas, remiseros y choferes de colectivo que al ver que se arregla alguna calle vomitaran la consabida frase “debería haber elecciones mas seguido” como si con eso arreglaran el resto de calles en pésimo estado que aún quedan en todos lados.

Seguramente en tiempos mas cercanos a la fecha real de los comicios  veremos en los mismos medios de siempre como algún “periodista independiente” encuentra  a un puntero llevando gente a votar, cosa que después como siempre no podrán comprobar, pero que servirá para distraer  al común del electorado que atónito ante el aparato de televisión dirá una vez mas que barbaridad como abusan de esta pobre gente y de su ignorancia  y luego concurrirá a su mesa a votar lo que le han dicho esos mismos medios que tienen  que votar. Como si la ignorancia pasara por vivir a cientos de kilómetros de la Capital y subirse a una camioneta para llegar a votar.

Pero en el año que comienza también tienen que pasar otras muchas cosas mas importantes que seguramente no serán reflejadas por estos medios de prensa, o sí pero con versión propia, seguramente en la última página del diario o pasando como noticia sin importancia en un graf que pasa rápido por debajo de alguna muerte por la inseguridad o por alguna otra noticia que será repetida tantas veces como sea necesario para tapar todo aquello que pueda significar que la gente quiera pensar por si sola y sacar sus propias conclusiones.

Este año se tienen se tiene que avanzar sobre los juicios a los genocidas que aún están pendientes y sobre todo se debe avanzar con los juicios a los civiles involucrados en aquellos actos de terrorismo de estado que tanto mal nos hizo a todos. Este año tenemos que saber de quien son hijos los hijos apropiados por la dueña de gran diario argentino. Este año tenemos que tratar de encontrar a los 400 chicos que aún tienen miedo de saber quienes son verdaderamente. Este año tenemos que lograr que se ponga en plena vigencia la Ley de Medios, mentada, creada y votada en democracia

Estamos a dos días del nuevo año, pero nuestros enemigos siguen siendo los mismos que el año que se acaba de ir, por eso hay que seguir atentos, por eso no hay que dormirse en los laureles, por eso, este año tenemos mucho que hacer.

Empezamos una nueva década, la que se fue nos dejo mucho para pensar, pero también nos dejo mucho mas grandes, como país y como personas. Y más aún nos dejó con la gran responsabilidad de ser protagonistas, de ser responsables del futuro de nuestra Patria. Este año que empieza nos trae la oportunidad de demostrar que lo que pasó en el año que se fue no pasó porque si, este año nos trae el recuerdo firme que si participamos, si nos involucramos, si nos hacemos cargo de lo que nos corresponde como ciudadanos, las cosas pueden cambiar.

Una nueva década para todos, un nuevo siglo para este pueblo que,  en 200 años vividos, aún no pudo dejar los pañales de una vez para siempre y aún no puede caminar solo sin tambalear. El año del bicentenario no nos tiene que haber dejado solo el recuerdo de la fiesta popular mas grande que tuvimos la oportunidad de vivir, sino nos tiene que dejar la sensación de haber dado un paso muy importante en nuestras vidas. El paso del compromiso, el paso de la maduración. 

Que este año nos traiga a todos las ganas de seguir laburando por este proyecto Nacional y Popular, que nos de a todos las fuerzas necesarias para seguir creciendo, que esas fuerzas se traduzcan en actos concretos. Que las utopías se transformen en hechos  y que crezcan  nuevas ilusiones.

Y sobre todo que nos toque a nosotros concretar este proyecto que tantos que ya no están soñaron, que cuando nos toque irnos a nosotros los que quedan puedan decir, se fue alguien que lucho por sus ideales y por un futuro mejor para todos. Que siempre tengamos un lugar en nuestros corazones para recordar a quienes nos inspiran este compromiso y que no los defraudemos. Cada uno, lo sabemos, desde su lugar tiene mucho por hacer, pues bien, es hora de seguir trabajando, el camino es claro y está bien marcado.

Ahora nos toca sacarnos la modorra y avanzar, no es difícil, solo es cuestión de querer, y queremos. Por lo tanto amigos, Fuerza y FELIZ AÑO NUEVO!

Alicia, un caluroso domingo de verano, desde algún lugar del planeta tierra.